Pedro Romero

Hola, ¿Cómo estás? Me llamo Pedro Romero.

Una pregunta: ¿Conoces el concepto japonés Kaizen? Sí, ese que habla de estar permanentemente en mejora continua, que busquemos la manera de ser cada día mejores, a nivel personal, a nivel profesional, e incluso en lo que hacemos a diario, cotidianamente.

Bueno, pues creo que tengo metido eso del Kaizen en los genes. Seguramente lo tenemos todos, tú también, claro que sí.

Desde pequeño tenía clara la idea de querer saber más. Era mi interpretación, en ese momento de querer ser mejor, que lo de Kaizen ni lo había oido. Y eso hice, estudiar y formarme, y formarme y formarme… Me encanta la Arquitectura y la Ingeniería, así que me hice arquitecto, hice un máster en ingeniería estructural y empecé el doctorado sobre ese tema. No lo terminé, cosas que pasan, vidas que se cruzan.

Diseñar casas u otros edificios es muy divertido. Pruébalo y verás. Así que un amigo y yo pusimos un estudio de arquitectura e ingeniería y durante 12 años lo pasamos muy bien, y encima vivíamos de ello. ¡Y hasta tuve 2 hijos! Bueno, y los tengo todavía, que son para siempre. Cosas de la vida.

Pero llegó la crisis de 2008, que a mí me pilló en 2012, y vuelta a la casilla de salida. Así que, de Málaga a Noruega y tiro porque me toca. Allí no había ocas, así que a los 2 años me vine de nuevo a Málaga y desde entonces por aquí estamos volviendo a diseñar, a calcular estructuras para otros arquitectos y enseñando a otros arquitectos o ingenieros que también tienen Kaizen en los genes lo que ya se. Eso me encanta.

De todo hay que aprender, y de las crisis, más. Yo aprendí que, por mucho que te guste lo que haces, tienes que diversificar en cuanto a ingresos se refiere. Entre otras cosas para no estar volviendo a la casilla de salida cada dos por tres. Y diversificar, para mí, me lo da el emprendimiento. Así que, además de diseñar, calcular estructuras y enseñar, comencé un proyecto que me presentaron, que ya llevaba 30 años funcionando y que me pareció genial porque se trata de personas ayudando a otras personas a ahorrar o a emprender sus propios negocios, es decir a mejorar. Al final, te voy a dar Kaizen hasta en la sopa.

¡¡Nos vemos!!